Una hamburguesa, una porción de papas fritas, una gaseosa o un jugo, un postre y un juguete. Azúcares, grasas y al menos 577 miligramos de sodio, un menú probadamente dañino que sin embargo se vende en mil millones de veces por año en el mundo bajo la consigna “cada vez más saludable”. Viajamos al lugar de origen de la Cajita feliz de McDonalds, Guatemala donde la comida se ha vuelto el arma más poderosa de conquista.
La expansión en McDonalds en Guatemala tiene un lado innegablemente aspiracional, admite cada persona consultada para este reportaje. Comer en esos restaurantes es una forma de demostrar que puedes pagarlo y reafirmar un lugar en la estrecha clase media que representa apenas entre un 10 y 15% de la población cuando cerca del 80% es vulnerable o pobre, según datos del BID de los últimos años.
Paula Mónaco Felipe/Bocado
Ciudad de Guatemala, 2021.