La investigación señala que la obesidad es el resultado de la suma de hábitos poco saludables, como el sedentarismo y la mala alimentación. Aunque robusto, según expertos, el estudio tiene fallas y considera normal el consumo de 4,5 tazas de bebidas azucaradas por día o por semana, sin dejar claro el período evaluado. La empresa no informa sobre el monto invertido, a pesar del compromiso público de tener transparencia
¿Significa eso que Coca-Cola está dejando de ejercer tanta influencia en las investigaciones que financia? ¿O que la compañía ha renunciado a apuntar el sedentarismo como principal responsable de la obesidad? El reportaje de Bocado escuchó a expertos en salud pública, nutrición y conflicto de intereses para tratar de interpretar estos resultados a la luz de este historia tan controversial.
Por Mariana Lenharo
Coca-Cola tiene un historial de financiar investigaciones en el área de la salud pública e intentar influir en sus resultados para señalar el sedentarismo como el principal responsable de las altas tasas de obesidad de la población. Así que espera cambiar el enfoque de su producto principal: las bebidas azucaradas.